Iga Swiatek terminó el Abierto de Doha como lo empezó, con un batacazo. Jessica Pegula, segunda cabeza de serie y gran vencedora en su último cara a cara con la polaca (6-2, 6-2 a principios de año en la United Cup por equipos).

La estadounidense hizo algunos buenos puntos al comienzo del partido, sobre todo una buena cobertura defensiva. Pero todo fue en vano. A pesar del viento, el frío y las duras condiciones, la número uno del mundo reaccionó a la perfección. En el primer set, que incluyó cinco breaks, acabó siendo más sólida y consistente que su rival, y como en todo el torneo.

En el segundo set, supo redondear su buen rendimiento cuando fue necesario para evitar que Pegula y su golpe plano se apoyaran en su bola. Amordazada, la número 4 del mundo no pudo hacer nada y, como las demás, se comió otro set en cero otorgado por la polaca en esta semana. Para una jugadora que dijo al principio del torneo que quería rebajar sus ambiciones, Swiatek demostró por encima de todo que existía ella y el resto del mundo la sigue de lejos en el circuito. Afiandazima en el cima del ranking, no solo revalida el título, sino que, estableció un nuevo récord siendo la campeona con menor cantidad de games perdidos en un torneo WTA, con tan solo cinco.