Decir el nombre de Steffi Graf significa meterse de lleno en la historia grande del tenis femenino. La alemana, nacida el 14 de junio de 1969 en Mannheim, es considerada una de las tres mejores tenistas de todos los tiempos por sus notables resultados y numerosos récords que ha ido acumulando a lo largo de sus más de quince años en el tour.

 

Proveniente de una familia de clase media, el gran impulsor de su carrera fue su padre Peter, quien, luego de trabajar como corredor de seguros e incursionar en la venta de automóviles, se convirtió en profesor de tenis. Si bien esa relación terminó en escándalo, fue él quien le puso por primera vez una raqueta en la mano a su hija y, desde que tenía tres años, confió en sus cualidades para este deporte. 

 

A nivel profesional, trayectoria que comenzó a sus escasos 13 años, no le quedó sueño por cumplir. Ganó 107 títulos oficiales, entre los que se destacan 22 Grand Slam (siete Wimbledon, seis Roland Garros, cinco US Open y cuatro Abierto de Australia), cinco WTA Finals y el título olímpico en Seúl 1988.

 

Aquel año de su consagración en la capital coreana consiguió un logro que, hasta el día de hoy, nadie, ya sea mujeres u hombres, ha logrado repetir: el Golden Slam. Esto es, ser campeona de los cuatro torneos de Grand Slam y obtener la medalla de oro en los Juegos Olímpicos durante una misma temporada. Y, por si fuera poco, también se llevó un Major en dobles. Fue en Wimbledon, en pareja con Gabriela Sabatini. Además, por primera vez en su carrera, fue número 1 del mundo durante las 52 semanas del año.

 

En relación a esto último, cabe destacar que posee la posición en cuanto a semanas como líder de la clasificación mundial con 377 (solo detrás de Novak Djokovic), mientras que está igualada con Serena Williams en la marca top de semanas consecutivas con 186. Se mantuvo en el primer lugar, sin interrupciones, desde el 17 de agosto de 1987 hasta el 10 de marzo de 1991, momento en el que apareció con mucha fuerza la figura de Monica Seles.

 

Seles y Graf protagonizaron una de las rivalidades más emblemáticas en la historia del tenis femenino. Entre 1990 y 1993 ganaron 14 de los 16 GS disputados, incluidas 4 finales entre ellas, y se fueron alternando en el número 1 del ranking. Este enfrentamiento tenía un largo porvenir, pero la tragedia de la serbia, que fue apuñalada por un fanático de la alemana durante un partido del torneo de Hamburgo, cortó en seco su gran momento. 

 

Otra de las grandes rivales que tuvo a lo largo de su carrera fue Gaby Sabatini, a quien enfrentó 40 veces, entre ellas finales de GS, JJOO y WTA Finals, con balance favorable para Graf por 29-11.

 

Representando a su país, tampoco hubo título que se le escapara. A nivel olímpico, una medalla de cada color: la mencionada dorada en Seúl 1988, el bronce en ese mismo Juego en dobles en pareja con Claudia Johde-Klisch y plata en el single de Barcelona 1992. También se consagró en la Fed Cup de 1987 y 1992 y en la Copa Hopman 1993 junto a Michael Stich.

 

La mencionada medalla dorada en Seúl 88 frente a Gaby Sabatini: