Es una jugadora checa, nacida el 21 de marzo de 1992 en Louny, República Checa. profesional desde 2009 y se convirtió en la primera jugadora checa de la historia en alcanzar la cima de la clasificación de la WTA (en 2017), tras el torneo de Wimbledon.

 

La primera vez que saltó a la fama fue en 2010, cuando ganó el Open Junior de Australia. A continuación, ganó dieciséis títulos individuales (incluidos nueve títulos Premier) y cinco títulos de dobles. Y su hermana gemela Kristýna también es tenista profesional.

 

Pliskova es una jugadora de todo o nada. Ataca a lo grande, utilizando su alta estructura física para hacer llover aces y tiros ganadores contra la mayoría de sus oponentes. La checa es una jugadora centrada en el servicio, algo poco habitual en el circuito femenino. Utiliza su gran saque para preparar sus golpes de fondo, que son planos y duros desde ambos costados del court.

 

Pliskova se siente cómoda con la volea y sube a la red para terminar los puntos con bastante frecuencia. Sin embargo, no utiliza muchas variantes en su juego desde la línea de fondo, sino que se limita a golpes planos que penetran en la pista. 

 

El saque de Pliskova ya se ha convertido en un icono. Considerada por muchos como la segunda mejor sacadora del circuito femenino después de Serena Williams, Pliskova es capaz de realizar grandes saques siempre que lo desea. Tanto con el primer como con el segundo servicio, la checa suele salir de los apuros ganando puntos gratis con un solo golpe de raqueta.

 

Esta jugadora, que supo ser número uno del mundo (puesto que supo mantener durante 9 semanas), a lo largo de su carrera obtuvo 16 títulos de la WTA. Además, en la modalidad de dobles llegó a ser número 11 del mundo, y cuenta con 5 títulos WTA. Sin embargo, suele ser de las pocas número uno del mundo que nunca pudo obtener un título de Grand Slam (llegó a dos finales, US Open en 2016 y Wimbledon en 2021).