Las esperanzas de Novak Djokovic de conseguir un Grand Slam de calendario se esfumaron sobre la hierba de Wimbledon que tanto le gusta, hasta el punto de mordisquear algunas hebras después de cada título (siete veces, de hecho y a uno del récord de Roger Federer). No habrá suspenso en Nueva York dentro de unas semanas, ya que el serbio no volverá a pisar la Rod Laver este año. Eso queda en manos de Carlos Alcaraz, de 20 años, que se consolida un poco más con cada torneo como el futuro grande del tenis mundial para los próximos años.

El joven español ya es un grande del tenis. Número 1 del mundo, poseedor de un título de Grand Slam (US Open 2022), ya puede presumir de un generoso palmarés. Pero aún le quedan etapas por recorrer antes de convertirse en uno de los grandes de su deporte. Vencer a Novak Djokovic en la final de Wimbledon es una de ellas. El joven de El Palmar lo ha conseguido, y a lo grande. Sin embargo, no era fácil elegir a un verdadero favorito antes de esta final. Puede que Alcaraz haya brillado con luz propia, pero su experiencia (un título en Queen's este año) probablemente no estaba a la altura en comparación con la acumulada por Djokovic (23 títulos de Grand Slam, 7 de ellos en Wimbledon).

Pero Carlitos se consagró, en esa pruebas díficiles, la que los grandes jugadores tienen que pasar como ganarle una final grande a un jugador grande, y lo hizo. Se consagró sobre el césped de Wimbledon venciendo a una de las leyendas y quizás el mejor jugador de la historia de este deporte. Ahora queda todo por delante, pero muestras de carácter, personalidad, templanza y jerarquía las demostró en esta gran final y sobre todo, cuando sirvió para el partido no dejando dudas. Ahora, es el momento de Carlitos, comienza una nueva era de la mano del joven español.